Seguir una dieta antiinflamatoria permite reducir las calorías que se ingieren sin pasar hambre y potenciar al máximo nuestra salud, ya que se combinan todos los alimentos fundamentales, sin abusar de ninguno. Las claves son:
– Comer proteínas en todas las comidas: pescado, pollo, claras de huevo, ternera, queso fresco. Ayudan a nutrir y fortalecer los huesos y todos los órganos.
– Elegir carbohidratos buenos y descartar los malos: siendo los buenos aquellos poco glucémicos, como verduras, frutas, legumbres, avena; y los malos los que elevan el azúcar en la sangre, como ...